Es el sol que no calienta,
la nieve escarchando las venas,
el llanto abrasando el pecho.
Es la noche en vela,
las horas como gritos en el oído,
el temor a que amanezca.
Es la tristeza instalándose en el alma
como un sudario gris y frío,
la negrura de un futuro que aterroriza,
la sinrazón de un silencio
que envenena el aire,
que abre abismos,
que cercena la vida.
Esa soy yo. Qué bien lo has definido.
A lo largo de la vida siempre hay momentos tormentosos, Considero que es imposible no atravesar por momentos de desánimo, de desaliento, de falta de ilusión. Un buen salvavidas es aferrarse a la integridad personal. Si estamos contentos con nosotros mismos, lo demás es más tolerable.
Un beso.