Playas y mareas

Las playas se llenan de objetos,
sentimientos,
que llegan húmedos
y enseguida se secan al sol:
botellas sin mensaje,
maderos sin náufrago,
caracolas sin melodía,
recuerdos,
miedos,
celos,
dudas,
amores sin nombre
y sin fecha,
lágrimas blanqueadas
por exceso de sal,
zapatos que un día caminaron
al encuentro de alguien querido,
pañuelos que un día dijeron adiós,
fotografías que un día habitaron en una cartera.

¿Y si nos tendemos sobre las mareas
con el espíritu de una hoja,
con la humildad de una pluma,
con el silencio de un cabello?
¿Flotaremos a salvo
de la espuma,
de los monstruos marinos,
de los sueños encallados,
de los barcos engullidos
por las profundidades?
¿Llegaremos a arenas blancas
y seremos en ellas depositados
como sábanas planchadas con mimo?

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