Posiblemente, alguien podrá pensar que si, tras diez años sin publicar nada, en octubre de 2020 salió mi novela El camino a tu puerta, que si en breve saldrá mi poemario Entre Lobos y Sirenas, y que si hace unos días he subido a Amazon mi novela Johnny se ha ido, estos tres trabajos han sido fruto del confinamiento. No ha sido así en ninguno de los tres casos. Tampoco me importa si alguien lo piensa. No le veo nada malo a crear en un tiempo que, dejando al margen el drama que toda pandemia supone, nos permitió más tiempo para nosotros mismos. La cuestión era si saber, o poder, emplear debida y productivamente ese tiempo.

El camino a tu puerta lo presenté a Erein en 2015, y fue rechazada. Los motivos eran claros, los entendí, los compartí, los analicé y decidí guardar la novela en la nevera por un tiempo, hasta que tuviera claro cómo debía mejorarla. En 2019 la retomé, retoqué lo que quedaba un tanto pobre y entonces sí, Erein le dio el visto bueno.
Entre lobos y sirenas es un poemario escrito por y para una persona en concreto. Los versos de este poemario permiten seguir la ruta emocional del mapa de una relación que brotó como una tormenta en 2018 y que no amainó hasta bien entrado 2019.
Johnny se ha ido viene de más lejos. El argumento surgió allá por 1994. Escribí en su momento unas pocas páginas que, por razones que no recuerdo —lo que viene a indicar que probablemente se debió a pereza o a falta de esa pulsión literaria que tuve poco después— quedaron en eso: en unas pocas páginas.

En 2018 las dejé leer a Idoia Mielgo Merino, a quien siempre defino como mi compañera de vida y de pasión literaria. Se las dejé en una de esas tardes de compartir proyectos pasados y relegados, y para mi sorpresa, le encantó. No es que a mí no me pareciera un embrión de novela interesante, pero no la situaba en las primeras posiciones de mis prioridades. Gracias a su insistencia, a sus razonamientos, a sus planteamientos, decidí ponerme a su redacción. Una semana antes de aquel 16 de marzo en que el planeta quedó confinado, Johnny se ha ido quedó concluida. Y lo hizo de una manera que realza aún más el cariño que le tengo: en una buhardilla de la parte antigua de Logroño, con Idoia al teclado del ordenador y conmigo tumbado en el sofá redactando en voz alta línea por línea, escena por escena. Era la primera vez que trabajaba de esa manera y la experiencia fue fascinante.

Johnny se ha ido es una novela corta, sin complicaciones, sin más pretensiones que, mediante una escritura pulcra y cuidada, hacer pasar un buen rato a quienes se internen en sus páginas. Sí, es una novela de humor, con un trasfondo policiaco motivado por un hecho surgido de la pura fantasía. Pero ante todo, una novela de humor. Mi primera incursión en este género, y ya adelanto que no será la última, porque Johnny se ha ido, mejor dicho, un personaje que aparece en Johnny se ha ido, cobró tal protagonismo y tanto carisma que mi intención es concederle la titularidad de una saga de novelas cortas escritas en el mismo estilo.

Alguien se preguntará por qué la he subido a Amazon. Las razones son varias. Por una parte, porque las tres editoriales a las que presenté la novela me la rechazaron, por diferentes motivos. Como entre esos motivos no se encontraba el de ser una mala novela ni el estar mal escrita, decidí, tras consensuarlo con Idoia, subirla a Amazon. Me lo tomé con calma, pues la publicación de un trabajo personal siempre me ha provocado mucho respeto. Respeto hacia el público, respeto hacia mí mismo, respeto hacia la literatura. Lo dejé leer a tres personas de mi confianza: Fermin (sí, Fermin, no Fermín. Cosas nuestras), mi hermano; mi admirado Javier Abasolo y mi querido Francisco Mir. Los tres, cada uno a su manera, me dieron su enhorabuena. Seguí pensándolo y finalmente me decidí.

Publicar una novela tiene sus exigencias, como por ejemplo crear una portada y una contraportada atractivas. Subir una novela a Amazon no es nada sencillo, ya que requiere maquetar el texto en un formato especial. Todo ello debe ser tratado de manera profesional. Este proceso lo vivo con una distensión y una tranquilidad insultantes. Idoia se encarga de todo y el resultado está a la vista.

Con El camino a tu puerta abandoné el género histórico para abordar la época contemporánea con una trama que, con pequeños toques de novela negra y de novela costumbrista, se interna a fondo en la novela psicológica, en un viaje por el alma de su protagonista. Y con Johnny se ha ido acometo un nuevo registro, el del humor, tan necesario en nuestros días, tan necesario en nuestra vida.

Ahora solamente me queda esperar, y desear, que quienes tengan la gentileza de leerla, sientan, al llegar a la última línea, que su tiempo y su dinero han estado bien invertidos.

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