Aprovechando el aniversario del nacimiento de Julio Verne, subo a estas páginas el primer capítulo de una de sus novelas más memorables: Veinte mil leguas de viaje submarino.
El libro, ejemplo de novela de acción, aventura y ciencia ficción, tuvo una digna traducción al cine. La película homónima, dirigida Richard Fleischer en 1954 y protagonizada por con Kirk Douglas y James Mason, nos mantuvo en vilo durante sus más de dos horas de duración.
Dándole al largometraje el justo mérito que se merece, mi recomendación es que, ante todo, la obra de Julio Verne es para disfrutarla cada uno por sí mismo, poniendo rostros, voces y movimiento a sus personajes y recreando los artilugios y paisajes descritos.
Nuestra imaginación nos lo agradecerá.
Imagen de Julio Verne tomada de Wikipedia.