Eres calma

Tiendes puentes
sobre mis abismos,
sacas agua
de mis rocas,
trocas en rosas mis zarzas,
abres caminos
en mis junglas,
descubres senderos en mis eriales.
Así actúas en mí.
En los desiertos de mis tormentos
eres calma.
En los lamentos de mi alma
eres calma.
En las noches que me aterran
eres calma.
En medio de la lluvia negra
eres calma.
En medio de la cascada de mi llanto
eres calma.
Eres calma.
Eres calma.
En medio de la guerra que me propones
eres calma.
Eres calma toda tú.
En el placer y en el dolor.
En la risa y en el quiebro de la alegría.
En la cama y en la calle.
En el beso y en la palabra.
Eres calma
en mi playa y en mi cueva.
Y yo no te entiendo
ni entiendo la calma
en que me envuelves.
Pero cierro los ojos
y te envuelvo a mi vez
en la capa de mi amor,
sin conocer tampoco
la naturaleza de mi obsesión por ti.

Así, de esta manera,
te siento en mí.
Me siento en ti.

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