Mi primera novela escrita, y publicada, fue «El Ayalés. La historia de Elías de Aldama», con la que iniciaba la tetralogía «El Ayalés».

Como siempre he reconocido, abordar estas novelas de género histórico me hizo ver que mis conocimientos históricos, si bien notables, no eran suficientes para abordar con rigurosidad y respeto unas novelas en las que, por mi forma de concebir la literatura, iba a necesitar un buen bagaje documental, especialmente porque mi protagonista iba a visitar el reino de Granada en sus últimos años de existencia.

Buscando documentación en Internet encontré a Carmen Trillo San José, profesora titular del área de Historia Medieval de la Universidad de Granada. Me puse en contacto con ella y desde entonces su nombre figura de manera destacada en mi capítulo de agradecimientos. Por correo electrónico y un par de veces por teléfono, Carmen fue cambiando por respuestas todas mis preguntas y por información —valiosa información— todas mis dudas. Ella fue pintando para mí el cuadro de Granada que yo desconocía y necesitaba. En una nueva muestra de generosidad por su parte, me regaló uno de sus trabajos publicados: «Agua, tierra y hombres en Al-Andalus: la dimensión agrícola del mundo nazarí», una obra rigurosa, bien ordenada, fácil de leer, que me sirvió tanto como documentación para la última novela de la serie —«La sombra de Lanzuri»— como para conocer más en profundidad las entrañas del reino de Granada y de todo lo que significó en aquella fascinante Baja Edad Media.

Como gratitud, como respeto, como admiración, iré subiendo a esta sección algunos de los trabajos de Carmen. Sin duda, su lectura será un deleite para todos —ellas y ellos— los amantes de la Historia.

                                                         Imagen de Carmen Trillo tomada de Caal de Cultura Contemporánea de las Universidades Públicas de Andalucía.

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